Augusto
Boal nombró como Sistema Curinga a una forma de actuación experimentada en la
década de 1960, en el Teatro Arena de São Paulo, en el cual los actores y las
actrices se alternaban en la interpretación de los personajes. Solo el
protagonista era representado por el mismo actor. Estaba también la presencia
de un actor Curinga con función narrativa, crítica y distanciada.
Con
la creación del Teatro del Oprimido, el término Curinga pasó a nombrar la
función de facilitar las diversas actividades del Método: actuar, brindar
talleres y cursos teóricos y prácticos; organizar y coordinar grupos populares;
dirigir montajes de escenas y espectáculos de Teatro Foro; mediar diálogos
teatrales en sesiones Foro y de Teatro Legislativo; estimular y articular la
efectividad de acciones sociales concretas y continuas; sistematizar
teóricamente la experiencia práctica; contribuir para el desarrollo del Método.
Curinga
es un artista con función pedagógica. Practicante y estudioso del Método.
Especialista en constante proceso de aprendizaje.